DIA FUERA DEL TIEMPO
Por Harold Wilson Montúfar Andrade
El 25 de julio se celebro en diversos lugares del planeta el “día fuera del tiempo”, para los sabios Mayas es el inicio del año nuevo, aquel que empieza luego de trece meses de 28 días, más un día adicional, que exactamente suma los 365 días de un año. Los veintiocho días de cada mes se refieren a los ciclos de la luna, que se suman luego de pasar por sus cuatro fases de siete días cada una. Es conocer el funcionamiento del ritmo biológico de la naturaleza y aplicarlo a un calendario civil, agrícola y de celebraciones espirituales.
Algo que aprendí del calendario “Bristol”, fue la relación con los ciclos de la luna y de cómo nuestros campesinos, programaban sus cosechas de acuerdo a sus fases. No es muy lejana nuestra apreciación del tiempo de la que tenían los Mayas en su calendario. Pero no solo los movimientos de la luna fueron estudiados por los sabios ancestrales para realizar su propio calendario, también tomaron el ciclo reproductivo de la mujer, que a los 28 días promedio se produce su ovulación y periodo menstrual.
Es fascinante conocer la vida de los Mayas, con mayor profundidad su concepto del tiempo. He encontrado diversas explicaciones sobre su medición de días y años, en esta suma de acertijos he quedado convencido de que debemos cambiar nuestra noción del tiempo; de la comprensión de la vida, la existencia, las relaciones entre los seres humanos y los seres vivientes del universo.
Al contrario de nuestros sabios ancestrales, la religión católica en su afán de transversalizar todos los tópicos de la vida, se inventó y aplicó por decreto el famoso calendario Gregoriano, aquel que hoy nos gobierna.
Fue el papa Gregorio XIII en el año 1582 que sustituyó el calendario Juliano, instaurado en el año 46 antes de cristo por Julio Cesar, bajo el pretexto de que había un desfase de 26 segundos por año y que cada 3300 años se debía ajustar en un día. De allí nace la medición de 12 meses de diversos días: 28, 29, 30 y 31, más preocupados por la celebración da las fiestas religiosas, especialmente de la Pascua.
En si el calendario gregoriano es un calendario litúrgico, en donde las semanas de sietes días comienzan los lunes y terminan los domingos, siendo aun diferente del de la Biblia, que manifiesta que el día del descanso es el Sábado.
Es fácil comprender que el intento de Gregorio XIII fue incentivar la liturgia o los actos ceremoniales de la Iglesia Católica, priorizando el día Domingo para tales actos. Sin embargo es un calendario impreciso, artificial y dedicado a determinar días comerciales, que con el tiempo se convirtieron en días de celebración y adoración al consumo y al dios Comercio.
Caso contrario ocurre con el calendario Maya, donde el año nuevo no es una fecha de borrachera y carnaval, sino el comienzo de un tiempo para el arte y la paz. Los sabios celebraban este día mediante ritos ceremoniales artísticos y culturales, como un agradecimiento a la naturaleza y al universo por la vida y la existencia.
Haciendo uso de la memoria de los Mayas, este 25 de julio es el inicio del año nuevo en su calendario y se celebra en todo el mundo con expresiones teatrales, musicales, poéticas, dancisticas, ritos de sanación y perdón y otras expresiones artísticas.
Participaré construyendo una mandala.
Fuente: REDE Os Verdes/Via e-mail
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